Los puertos del mundo han
visto soslayada su actividad desde la aparición del COVID-19. La afectación que
la crisis sanitaria sigue causando en la comunidad portuaria mundial, aún no ha
podido ser calculada con exactitud.
De un momento a otro, y
se podría decir que hasta bruscamente, la conectividad fue paralizada; la
primera preocupación era salvaguardar la vida humana y en ese sentido las
naciones se vieron en la necesidad de declarar estados de emergencia,
cuarentenas y cese de las actividades económicas; entre otras medidas para
afrontar la crisis sanitaria para la cual probablemente la mayoría no estábamos
preparados.
No obstante, la realidad
es que el comercio no se podría detener, en ese preciso momento más que nunca, se
fueron implementando dentro de las limitaciones, acciones tendientes a
garantizar que los principales suministros, medicamentos, materia prima,
siguieran sus cursos y llegaran a sus destinos finales a través de la ruta
marítima.
Hemos sido testigos a
partir de la llegada del COVID-19, de la instauración de procedimientos e
innovaciones tecnológicas destinadas a reducir los contactos físicos, proveer
de subsidios a la población, cumplir trámites gubernamentales, minimizar los
tiempos, acceder a consultas en línea, en fin se ha hecho uso de la herramienta
que ha existido siempre pero hoy se hace más necesaria que antes.
En este mismo contexto, y
frente al largo camino que se vislumbra producto de la crisis de salud, se hace
imperioso retomar las iniciativas que lleven a la industria marítima portuaria
a la era digital.
Todas las discusiones e
iniciativas sobre los Puertos Inteligentes o “Smart Ports”, cobran en este
escenario mayor relevancia. Bien es cierto que algunos países llevan la
delantera, en Europa hay avances significativos; por una lado el puerto de
Rotterdam que ha explorado y trabajado de cerca con grandes de la industria IT para
lograr sus pretensiones de ser el “puerto más inteligente”. Por otro lado Barcelona,
ha desarrollado este concepto fundamentalmente en los aspectos logísticos
utilizando el programa Port Challenge. Vale la pena mencionar en Asia, el Puerto
de Tanjung Pelepas el tecnológicamente más avanzado; conforme fuese presentado
en la conferencia Smart Digital Ports of the Future de Port Technology
International (# SDP19).
Según los expertos,
solamente aquellos puertos que sean capaces de adaptarse al cambio, podrán
subsistir en un futuro no muy lejano. Apoyarse en la tecnología, por tanto,
para mejorar los procesos y aumentar la productividad es clave para el
transporte marítimo del futuro.
Los desafíos actuales que
se presentan a la comunidad portuaria se pueden resumir en: responder
eficientemente a las demandas de consumo cada vez mayores y redefinir sus
operaciones con soluciones digitales que minimicen tiempos e impulsen su competitividad
en tiempos en que las medidas de distanciamiento social prevalecen y dificultan
la cotidianidad de labores.
Ante esta realidad que vivimos
si bien la digitalización es clave, más aun tomando en cuenta que la tecnología
avanza constantemente y ha favorecido ser una herramienta imprescindible para el
subsistir de las industrias haciéndolas más competitivas, no es menos cierto
que la innovación trae consigo importantes gastos asociados. Es probable que
solo un puñado de puertos tengan la capacidad de invertir y transformarse en
puertos inteligentes.
Sin embargo, esta
necesidad que puede elevarse a un proyecto a corto plazo, inicia con la transformación
institucional a través de la puesta en marcha de prácticas gubernamentales como
la Ventanilla Única, tal es el caso de Panamá conocida como VUMPA que ha reemplazado
y agilizado los procesos de servicios que se brindan a las naves mejorando los
trámites de recepción, estadía y zarpe; menos sellos, menos papel, menos
instancias.
Estas buenas prácticas
son el inicio de la transformación digital que ha iniciado y ahora es más
necesaria que nunca, toca a todos los participantes impulsar las mismas a fin de
aumentar la competitividad y acelerar la tendencia de innovación tecnológica.
YARITZA DEL C. ROMERO
Abogada y Socia de
Maritime Policy Bureau